En Juego de Tronos, al final de la primera temporada dejamos a todos los personajes colocados estratégicamente en este tablero medieval de ajedrez palaciego, pero buena parte de la trama se localizará en Desembarco del Rey, donde tenemos a Tyrion (¡Enorme Peter Dinklage!) como Mano del Rey, uno de los personajes más inteligentes y lúcidos en medio de un nido de víboras, traidores y conspiradores. Sansa, que ha aprendido a sobrevivir de la manera más dura, comenzará una evolución muy interesante que posiblemente le llevará a enfrentarse (supongo que veladamente) con Joffrey quien veremos si es lo suficiente listo como para mantener su corona, ya que su arrogancia puede apartarle de su único y más poderoso apoyo, Cersei. Además tendremos nuevos e interesantes personajes y, como muchos han destacado ya, Martin suele traer a primera línea a personajes que antes no eran más que secundarios. Y no olvidemos que casi nadie sabe lo que ocurre en dos de las fronteras exteriores: más allá del Muro y más allá del mar…Esta es una serie que no podemos ver a la vez que hacemos las tareas de la casa. Lo importante no son solo los enfrentamientos físicos, sino esos planes subterráneos, esos diálogos de pasillos de palacio, siempre con dos lecturas, que nos indicarán quién es quién y por dónde irán las tramas, las lealtades y las muertes. Juego de Tronos es una historia de personajes y, en este juego, los personales sólo pueden ganar o morir.